¿Alguna vez se ha encontrado con alguien que espera demasiadas expectativas de usted, las cuales se salen de su control? O en su defecto, ¿se caracteriza por ser alguien altamente exigente con el comportamiento y las acciones de los demás hacia usted? Puede que estos escenarios sean muy comunes en el lugar donde usted reside, convive o trabaja. Algunos piensan que no tiene nada de malo el que se den estas situaciones ya que las consideran como patrones “normales” de comportamiento que nosotros los seres humanos poseemos. De hecho, en el mundo laboral se tiene que vivir a un ritmo casi que igualando a lo que es la perfección, sino es el caso que sea algo sumamente perfecto. Sin embargo, si tenemos algún rasgo de los ya descritos en nuestras reacciones hacia algunos acontecimientos vividos, lo que queremos ser de nosotros y lo que esperamos de los demás, quizás seamos personas perfeccionistas.
Para determinar si somos esta clase de personas, necesitamos saber que es el Perfeccionismo. Por Perfeccionismo, entendemos que es la actitud que tiene la persona de buscar la perfección en lo que hace, en donde cree que todo debe resultar extraordinariamente sin dar lugar a la equivocación o consecución de errores. Esto también es aplicable cuando se toman decisiones, ya que la persona perfeccionista las toma pensando en que no acarree ninguna falta ni ninguna clase de error.
El perfeccionismo también es marcado por mucho grado de rigidez e inflexibilidad, exigentes y críticas no solo con los demás sino también consigo mismo. Además de ello, la persona perfeccionista tiende a colocarse constantemente metas personales en las que entra en una incansable lucha por alcanzarla, y cuando parece haberlas logrado, encuentra en ellas defectos que no la satisfacen.
Una vez definido lo que es el perfeccionismo, entra en debate si esto en realidad es una virtud o una debilidad. En el mundo tan activo en el que nos encontramos, las exigencias son cada vez mayores lo que puede transformarnos en una persona perfeccionista. Pero, ¿es realmente ventajoso ser así? Analicemos lo que implica el perfeccionismo.
Además de ser una insatisfacción continua por el desmedido punto de vista que se tiene la persona a sí misma, este acarrea sufrimiento, ansiedad y hasta depresión. El perfeccionismo es un problema que barca lo emocional y que a partir de una valoración psicológica se determina que tan alto o bajo es en nuestra mente. Los motivos por los cuales alguien puede ser así, pueden ser desde el entorno en el que es rodeado como el trabajo o el hogar o los patrones de crianza con los cuales creció.
Lo cierto es que puede convertirse en un verdadero problema si no se trata a tiempo en vista de que alimenta muchos miedos en la persona y puede convertirla en alguien muy inseguro. Si en nuestra reflexión a partir de lo que hemos visto que es el perfeccionismo, vemos que tenemos dichos rasgos, no estamos perdidos. Existen terapias psicológicas de gran ayuda que favorecen nuestra percepción de las cosas, nos orientan de una manera equilibrada y realista; mientras que hay herramientas y pautas que con buena disposición, eliminan un perfeccionismo arraigado.
Aquí te ofrecemos algunas sugerencias que puedes poner en práctica para superar la gran montaña que implica atravesar lo que es el perfeccionismo.
- Ser realista con los resultados. No podemos esperar que todo sea sumamente perfecto. Somos imperfectos, y por tanto cometemos errores que en los resultados de nuestros trabajos se pueden notar.
- Evaluar nuestras expectativas. Debemos ser conscientes que como seres humanos, podemos cometer errores y no somos infalibles. Sería bueno analizar y comprender lo que implica ser una persona exitosa sin ir al extremo de que tiene que ser alguien sin escollos en su camino.
- Ser afectivo consigo mismo. Cuando cometamos un error, evitar comentarios que nos resulten dañinos, como por ejemplo de que somos incapaces de hacer algo, que somos tontos para entender algo, etc. Más bien alimentarse de comentarios positivos y no ser duros cuando algo salga mal.
- Limitar el tiempo de las tareas ejecutadas. Esto quiere decir que no debemos darle tanto tiempo y espacio a las actividades que realizamos, evitando revisar vez tras vez lo que hacemos.
- Pedir ayuda cuando lo necesitamos. El que seamos independientes no significa que no podamos necesitar la ayuda de los demás cuando algo se nos hace difícil. Si tenemos una duda o dificultad sobre algo, acudamos a otra persona y no creamos que estamos siendo rebajados en nuestro intelecto por ello.
- Aprende un arte del que no tengas conocimiento. Esto implicará el que nosotros aprendamos a equivocarnos en algo que no sepamos y aprendamos una destreza que nos permita ser realistas con lo que somos.
Estas son solo algunas de tantas ayudas que podemos tener a nuestro alcance a fin de eliminar el Perfeccionismo. Si nos es difícil salir adelante por nuestra cuenta, las terapias psicológicas y didácticas pueden facilitarnos el camino a lo que es el realismo. El perfeccionismo es una debilidad que conlleva a desarrollar ansiedades e inseguridades. Prestemos atención a nuestro comportamiento y evitemos los dolores que conlleva esta debilidad en sentido emocional.