Soy víctima de abuso sexual infantil

Cuando usted escucha el término abuso sexual ¿Qué se imagina? ¿Piensa en un hombre violando a un niño? Pues el abuso sexual no se trata precisamente de eso. El abuso sexual infantil implica cualquier actividad de tipo sexual en la que esté involucrado un menor y se utilice la fuerza o la amenaza. Es abuso sexual aunque haya engaño o que el menor conozca la naturaleza sexual de la actividad. Esta actividad sexual puede incluir penetración o contacto físico. El abusador, supera al menor en edad y capacidad intelectual para tomar decisiones. Por lo general, es un adulto pero puede ocurrir el caso en que, el menor sea abusado por otro menor lo cual compone un abuso cuando el agresor es 5 años mayor que la victima.

¿PUEDO SUPERARLO?

Lo cierto es que, el abuso genera una ansiedad por el trauma vivido y no es posible superarlo en poco tiempo, todo depende del niño y sus capacidades y habilidades emocionales para enfrentar la situación. Hay niños, a los cuales parece que no ha afectado tanto a los 6 meses o al año después del abuso pero pasados los 4, 5 o hasta 8 y 10 años del abuso pueden sufrir consecuencias que antes parecían no estar presentes pero que han venido tomando fuerza.

Un niño o adolescente que ha sido víctima de abuso sexual tiene mayor riesgo de desarrollar problemas interpersonales y psicológicos así como también largo plazo, puede desarrollar ansiedad, depresión, baja autoestima, conducta antisocial, conducta sexual inapropiada, embarazo adolescente en el caso de las niñas y problemas en las relaciones sexuales. Sin embargo, los niños más grandes y los adolescentes quienes son conscientes de las consecuencias que ocasiona revelar el abuso presentan sentimientos de culpabilidad y vergüenza sobre todo si el abusador hace parte de la familia pues esto implican cambios en el hogar de los cuales el niño o adolescente se siente “responsable”.

¿QUE INDICA LA GRAVEDAD EL ABUSO?

La frecuencia y el transcurso de los actos abusivos. Sin embargo, como todos los niños reaccionan de forma diferente hay mayor probabilidad de superación cuando este niño cuenta con el apoyo de sus familiares más cercanos y cuando no lo exponen al lugar en que se llevó a cabo el abuso o ante el agresor.

¿CÓMO IDENTIFICAR SI SU HIJO(A) ESTÁ SIENDO ABUSADO?

  • Ansiedad
  • Irritabilidad
  • Poco o ningún deseo de realizar actividades que antes eran atrayentes
  • Conducta sexualizada (movimientos eróticos o juegos que incluyan el contacto íntimo o de los genitales)
  • Conocimiento excesivo sobre sexualidad teniendo en cuenta su edad
  • Incapacidad para controlar esfínteres
  • Sentimientos de culpa
  • Dolor para sentarse o en algunos casos para caminar
  • Moretones, mordeduras o quemaduras en algunas partes del cuerpo
  • Daños en sus genitales
  • Conducta hiperactiva
  • Pérdida del apetito
  • Bajo rendimiento escolar
  • Dibujos sobre el abuso
  • Retraimiento social
  • Autoagresión

Si su hijo(a) o algún niño cercano a usted presenta algunos de estos síntomas, busque ayuda inicie hablando con él pero no alarme a demás familiares. Examine bien que síntomas tiene, recuerde que puede que el agresor no le haya hecho daños en los genitales pero si lo haya tocado y esto ya produce algunos síntomas emocionales mencionados anteriormente. Trate de mostrar su apoyo y no su angustia o desesperación. Busque formas asertivas de ganarse la confianza del menor para que pueda brindarle la ayuda adecuada pero ante todo. Visite un psicólogo pronto para tratar a este menor. Los daños que genera el abuso sexual pueden ser para toda la vida.

Luz A. Anaya Berrocal
Psicóloga
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